La línea L de la empresa Malagueña de transportes (EMT) da servicio a la comunidad de universitarios que estudian en el campus de Teatinos.Tres brazos( denominados patinetes) ubicados en los bajos descienden hasta tres placas ubicadas en el asfalto que, por contacto, alimentan al autobús.Una carga rápida,silenciosa e invisible para el usuario que tiene una duración de entre dos y cinco minutos según la necesidad de recarga. Ofrece total autonomía al medio de transporte público sin retrasar en su trayecto.
Los autobuses eléctricos son el futuro. Pero plantean un problema:¿Cómo los recargamos para que sean eficientes y productivos? Miguel Ruiz, gerente de la EMT, plantea una iniciativa liderada por las Endesa,Alstom,Mansel.
El cambio climático sigue en aceleración y el planeta ha entrado ya en una cuenta atrás que deja poco margen para frenar sus consecuencias.
Desgraciadamente no hay que ir muy lejos para confirmarlos: las últimas olas de calor,como las que está sufriendo Europa este verano, son cada vez más intensas y habituales, y nos recuerdan cada día la gravedad de la situación.
Cambio climático ,sensibilidad social,salud ambiental,madurez tecnológica,y también sanciones millonarias. Todos estos factores y otros más coinciden en el tiempo para formar un círculo virtuoso que da a la bienvenida a la democratización del coche eléctrico.
El desafío de la mejora de la calidad del aire y la sostenibilidad del planeta afecta a todos los sectores. Y, aunque el del transporte es solo responsable del 14% de las emisiones globales de CO2, la movilidad eléctrica y, en particular,el automóvil a pilas,pueden ser una herramienta clave para empezar a cambiar la tendencia negativa de crecimiento de los últimos años.